En estos días, en los que parece que nos invade la cultura del emprendimiento, parece que no queda otro remedio que el autoempleo para abrirse un pequeño hueco en el mundo. De esta manera, todos los días nos llegan a los oídos esperanzadoras palabras como emprender, creatividad, innovación, proactividad, pasión y un largo etcétera de conceptos similares. Esta es la principal idea que nos llega a la cabeza cuando reflexionamos sobre este concepto. Pero hay vida más allá. Existen múltiples maneras de emprender, de destacar y de hacernos visibles profesionalmente. Por eso ahora pregunto… ¿Qué entendemos por intraemprendedor?
A diferencia de los emprendedores, los INTRAEMPRENDEDORES no trabajan para ellos mismos, sino que son empleados por cuenta ajena en una empresa u organización y mantienen con la misma una relación bidireccional, ambos obteniendo beneficios: gracias a ella pueden desarrollar su talento, mientras que ella se sirve de sus mejores habilidades e ideas para lograr sus metas y objetivos.
Sin embargo, ambos personajes comparten características en la historia: ambos cuentan con cualidades como el afán de superación, la visión de futuro, la iniciativa y el liderazgo unidos a la perseverancia, la responsabilidad, la planificación y la organización, la capacidad para resolver problemas y la capacidad de decisión para desenvolverse en su día a día profesional. Richard Branson define al intraemprendedor como “el encargado de la innovación, de encontrar formas diferentes de resolver áreas de oportunidad, de llevar los proyectos nuevos y complejos dentro de una organización”.
Pero no todo es tan sencillo como decidirnos por esta vía de desarrollo profesional. Debemos tener en cuenta que para poder ejercer tu libertad de intraemprendedor, debes tener un ambiente adecuado para ello. Por eso, se necesita además de la predisposición individual, una atmósfera adecuada en la empresa que permita y confíe en nuevas posibilidades, procesos o métodos. Y lo más importante para favorecer estas cuestiones por parte del empresario es la tolerancia al error. La empresa tiene que asumir riesgos en cuanto a la persona y los proyectos. Si la persona se equivoca, será cuando más apoyo necesite, ya que el fracaso es parte del proceso. Si falla éste… de los errores se aprende, por lo que en las futuras ocasiones se intentarán minimizar las consecuencias.
A donde quiero llegar, es que existe la posibilidad de desarrollar las inquietudes dentro de una empresa y teniendo libertad para ello. Por eso… ¡trabajadores a intraemprender y empresarios a confiar!
Imagen bajo licencia Creative Commons | Steve wilson

Excepcional artículo!!!! No había oído nunca este término “intraemprededor” y reflexionando ….tiene su lógica, solo necesitamos cambiar la mentalidad del empresario, ánimosy adelante!!!!!